Yo

Hay días que me siento bajo, flojo, calvo, impotente, sordo, feo, bobo, triste, malhablado, gordo, peludo, lento, desconsolado, solo, desmemoriado, irritante, aburrido, apestoso, baboso, tímido, chepado, inútil, inexperto, torpe, cabezón, culoestrecho, miope, impersonal, egoista, precoz e inconsciente.
Y hay días que no. La única diferencia eres tú.
Sólo sé que te quiero y te necesito.

Aquí y ahora

Tú ves aquella persona sufrir. Ves que hay dolor y tristeza en sus palabras. Pero no le conoces, no sabes dónde vive, no sabes como le puedes ayudar. Has compartido buenos ratos con ella, has reído con sus comentarios divertidos y te has servido de su complicidad y de sus bellas palabras. Pero cuando ahora la ves jodida no te sientes con pleno derecho a ser el hombro que ella necesite. Tú tanto sólo lees su blog y de vez en cuando charláis por messenger. Y que tienes que hacer? no sabes el grado de amistad que habéis logrado, te sientes extrañamente egoista y traidor. Que fácil seria poder ver sus ojos y entonces entenderlo todo, notar la tibieza de su voz, el temblor de sus manos. Y quizás así, no serias del todo útil pero cuando menos, no estarías en total desconcierto.
Tan cerca y tan lejos...

Dream Team

A mí siempre me ha gustado el baloncesto. De pequeño, siempre veía los partidos del Barça por la tele y ahora de mayor, iba al campo. No soy tampoco un experto, pero me lo paso genial viendo un deporte rápido, espectacular, con gran técnica y que además me gusta practicar.
Por proximidad, me he dedicado a ver sólo partidos europeos. Pero todo el mundo sabe que el mejor baloncesto del mundo siempre ha estado en la liga del estados unidos, a la NBA. Pero lo que ha sucedido los últimos años en el mundo del baloncesto está desbaratando bastante los mitos que de siempre se han mantenido. Si a alguna persona le preguntan por los mejores jugadores de la historia, es muy posible que acaben saliendo todos los nombres que conformaron el que sin duda ha sido el mejor equipo que se ha podido ver sobre ningún tipo de campo en cualquier deporte. Corría el año 1992, y en los Juegos Olímpicos de Barcelona se permitió por primera vez que participaran los jugadores profesionales de la NBA. Esto hizo que de un año por el otro se formara un equipo con Jordan, Magic, Bird, Malone, Ewing... los mejores. Sin respuesta posible. Este equipo no perdería nunca. Contra nadie. No, se que seria como romper un sueño infantil, como descubrir que la vida no es siempre perfecta.
Pero los años fueron pasando. Aquellos jugadores de la selección de los estados unidos fueron abandonando la práctica de este deporte. Y los mejores jugadores de su liga fueron decidiendo que no jugarían Mundiales ni Juegos Olímpicos. Y esto nos ha dejado la idea que aquellos jugadores míticos crearon rodeando el equipo de los USA de una aura de imbatibilidad se va fundiendo poco a poco. Y una noche, te quedas a ver un partido entre Argentina y USA. Y pierden. Y ya no ganarán el Mundial. Y pasan los años. Y llegan unos nuevos Juegos Olímpicos. Y descubres que los miedos infantiles ya han desaparecido. Mierda, me estoy haciendo mayor, los jugadores NBA ya no son aquellos seres invencibles del año 92. Vuelven a ser personas de carne y huesos. Y estos ya no son los mismos que un día conociste tú. Y mientras ves por la televisión que en Atenas vuelven a perder, dejar escapar una sonrisa en complicidad con el niño que un día vió aquel equipo del 92 y a la vez, le quieres tapar los ojos porque su mundo perfecto no se acabe de derrumbar del todo.

Así es la vida... la vida es así

Hay veces que las cosas que sabías que eran las más sencillas no te salen. Mira, te enganchas, no van, no funcionan aunque eres consciente de su sencillez. Y un día, no sabes porque, lo haces. De forma casi mecánica, como su facilidad originaria ya preveía. Y aunque al final has conseguido hacer una cosa que antes no eres capaz te sientes como el más grande de los gilipollas.

Palabras menudas

La verdad es que no ha habido muchas cosas del Forum que me hayan interesado demasiado hasta ahora y mucho menos que me hayan motivado a estar por ellas, pero con la excusa del acontecimiento, TVC ha creado un programa que me tiene cautivado y me deja embobado delante de la pantalla al Canal 33 los lunes a partir de las 2 de la noche. Se trata del sol de la noche. En él, niños de los diferentes continentes del mundo responden a las mismas preguntas, haciendo que definan conceptos tanto universales como "casa", "mar", "felicidad", "noche" o tantos de otros... Tengo que decir que yo y los niños no acostumbramos a llevarnos demasiado bien, digamos que los evito bastante, pero he llegado a la conclusión que lo hago porque no aguanto los crios que estamos educando en nuestro entorno. Es increíble ver como niños que no han podido tener acceso a tantos medios de comunicación o de aprendizaje son muchísimo más capaces de definirte los mismos conceptos que en cambio a los niños de aquí les hace utilizar expresiones totalmente ilógicas. Realmente, un programa muy recomendable.

Pensamientos, sólo pensamientos sin sentido...

Tú ganas y yo pierdo, tú subes y yo bajo, tú adelantas y yo retrocedo, tú vives y yo muero, tú hablas y yo callo, tú saltas y yo me entierro, tú comes y yo vomito, tú ríes y yo lloro, tú disfrutas y yo padezco, tú apruebas y yo suspendo, tú creas y yo destruyo, tú triunfas y yo fracaso, tú haces olor y yo hago mal olor, tú flotas y yo me hundo, tú escribes y yo borro, tú recuerdas y yo olvido, tú pares y yo aborto, tú escupes y yo trago, tú repartes y yo corto, tú quemas y yo apago, tú follas y yo me masturbo, tú sueñas y yo duermo, tú empiezas y yo acabo, tú acabas y yo empiezo, tú firmas y yo sello, tú vuelas y yo me arrastro, tú aprecias y yo detesto, tú rellenas y yo desperdigo, tú escribes y yo leo, tú estiras y yo empujo, tú compras y yo vendo, tú eres y yo no.

Equilibrio

Eres pequeño. Te subes sobre la bicicleta sin pensar. Pedaleas sin ningún miedo. Tienes las ruedecillas que impedirán que llegues a caer. No tienes ninguna preocupación. Siempre adelante, no temes el dolor porque no lo probarás. Eres feliz, pero sólo porque te sientes seguro. En el fondo vives engañado. Y un día, alguien decidirá que ya estás preparado para el dolor. Alguien decidirá que puedes correr el riesgo a caer porque no puedes vivir siempre con las dos ruedecillas. Sobre todo porque son más un freno que una ayuda. Ahora el equilibrio sólo dependerá de ti. Es la primera vez que aquellos apoyos no están a tu lado. Te sientes vulnerable por primera vez. Pero no temes porque todavía sabes que hay una mano que te coge por detrás y que no dejará que nada te pase. Ahora, cuando ya habías aprendido a ir con los apoyos, tenemos que empezar de nuevo. Ahora ya no miras sólo adelante. De vez en cuando echas una mirada hacia atrás para ver si tu punto de seguridad sigue allí. Y pedaleas con más fuerza pero también con más miedo. No puedes caer a un lado, pero tampoco puedes apartarte porque por el otro también caerás. Tienes que aprender a mantenerte en el punto más lejano de los dos lados. Y de repente, notas que la mano ya no está. Que alguien grita detrás tuyo, cada vez más lejos, que vas solo, que él ya no te coge. Y te sientes libre y te sientes seguro de nuevo, porque ahora sí, ahora ya eres tú quien domina el dolor, quien se pone a prueba de verdad. Y sigues adelante, extasiado por la nueva sensación, por aquel conocimiento que nunca ya no perderás. Pero aún así, siempre, siempre, la primera vez acabarás yendo por el suelo. Conocerás su dureza, y ya no querrás volver a caer, pero no por la seguridad que nunca nada te pasará, sino porque no querrás repetir aquella mala experiencia. Lo vuelves a intentar. Te subes de nuevo, y ahora ya sí, adelantas un pedal detrás de otro y no te hará falta ni la mano detrás. Ahora ya eres tú solo.

Hitek!!

El otro día, hablando con una amiga me sentí mayor, como si ya hubiera perdido parte de mi juventud y los jóvenes de ahora ya no fueran los mismos que compartieron conmigo la niñez. Me salió un recuerdo de cuando yo era niño, pero mi amiga no supo de qué coño le hablaba. Era el tema del pressing catch y cuando intenté que surgiera la nostalgia hablando del Último Guerrero, o Hulk Hogan, noté que mis palabras eran del todo extrañas para ella y entonces fue cuándo el peso del tiempo cayó enciam mío. Aquellas mañanas de fin de semana, cuando aparecían las televisiones privadas por primera vez y nos pasábamos minutos y minutos viendo el cartel de la programación del día, e ir haciendo tiempo hasta que empezaba aquel programa bestia pero que tanto me divertía. Entonces se me ocurrió que si no sabía que era El hombre del millón de dólares o El Enterrador, entonces podría ser que tampoco supiera que era un "chino cudeiro"... Y mis previsiones más pesimistas se cumplieron. Señores, hay juventud de hoy día que no sabe que es el Humor Amarillo! Es que a la fuerza tenemos que ser de generaciones diferentes si no hemos convivido en nuestros años de ternura infantil con aquellos miles de japoneses que se metían unas leches impresionantes sólo protegidos con un triste casco rojo. Aquellos comentaristas que no tenían ni idea de japonés y se inventaban lo que buenamente podían. Aquellas pruebas que nunca nadie pasaba y algunas que nadie entendía. Aquellos hartones de reír, a la fuerza nos han tenido que haber hecho diferentes. Y no, al parecer ya es cosa del pasado. Pero bueno, todavía hoy día, cuando miras a la cara a alguien que sabe que también fue un "de los tuyos" sólo tienes que decir: "Laberinto del Chinotauro" o "Rodillos de primavera" para hacer correr el tiempo atrás y poder hacer aparecer un sonreír cómplice en el otro.

Ellos

Dónde están? no se ven, no se dejan sentir. El teléfono no suena nunca para dejarme escuchar sus voces. Dónde están sus brazos que ofrecen abrazos, dónde están los labios para ser besados? No puedo estar seguro de que los encontraré yendo con los ojos cerrados, no aparecerán al girar la calle, no llamarán nunca a la puerta de casa. Si la espera se contara con granos de arena, la altura de la montaña sería lo suficientemente alta para subir e intentar verlos desde allí, pero sólo se puede gritar, picar de manos en el suelo y dejar que las ondas se vayan hacia todos lados. Y hacer de la acción la mejor de las esperanzas.