Golfa

Me encanta, si pudiese memorizar con cierta fluidez no pararía de repetirlo:

"Del profundo mar en calma salen dos serpientes de inmensas espirales, por encima de las olas levantan su cresta y su pecho, mientras el resto de su cuerpo se desarrolla a flor de agua. Una de ellas ahora me aprisiona, en medio de dos vueltas, y me oprime con el doble anillo de su amor, y yo intento romper su nudo."
Ulises, en Son de mar

Encontrado gracias al blog de bodhi.

Hhhhfffffmmmm...

Y uno día todo se acabará, no me quedará más que echar la vista atrás y ver la distancia recorrida. Uno se pregunta si realmente es esto lo que de verdad hace mover el mundo, si somos conscientes de lo que hacemos o sólo estamos por estar. Cada día te levantas y haces lo que crees que tienes que hacer, unas veces a patadas, unas veces, si tienes suerte, porque quieres. Y me inquieta pensar que lo que estoy haciendo es un camino que de veras no quiero tomar. Me encanta mi vida, no algunas circunstancias que la rodean pero sí todo aquello que me rodea a mí, y a veces temo que las circunstancias manden demasiado en la dirección de mi camino. Se supone que estudio para ser mejor en un futuro, mejor profesional y si hay suerte mejor persona, pero a lo que de veras me puede llevar el camino que he escogido es a ser un simple trabajador de un empleo pequeñoburgues que me pueda llegar a enclaustar. Y todo porqué tenemos que comer cada día, reponer bajo un techo y de algún sitio tenemos que sacar las pelas Ahora mismo no tengo pelas, nunca hemos tenido, pero cada día he comido e incluso tengo esto dónde poder escribir lo que me rote. Aún así, te preguntas si algún día no verás más que dinero en cada paso que hagas, ahora todavía veo viajes y no el dinero que cuestan, todavía veo niños y no pienso en como cuesta mantenerlos. Y vuelves a mirar a tu alrededor y ves que todo el mundo está igual. Hemos perdido todos el sentido, ya no sabemos porqué nos movemos. Si de veras lo supieramos arrancariamos a correr. O quizás no. Y aún así, somos felices, sabemos que no somos como queremos y somos felices. Siempre he creído que dentro las personas hay algo que los hace felices, que es lo único que vale la pena. Lo que de verdad mueve el mundo no es el amor si no la felicidad. Saber dónde reside es el verdadero problema. A veces es ver que has hecho feliz a alguien, que le estás haciendo feliz y a la inversa. Y sentir que quieres, que cada día que pasa quieres más y mejor. Seguro que haría falta odiar, yo tambien lo hago. Y a veces incluso me indigno por los que me rodean y me muero de asco porque yo tampoco soy capaz de reaccionar. Porque veo como la mierda se nos lleva a todos río abajo y no soy capaz de estirar un brazo.
Me siento tanto contradictorio... No se si correr o estirarme a ver pasar el tiempo. Necesitaría gritar hasta quedarme afónico, saltar hacia atrás y esperar que alguien me recogiera antes de caer al suelo, escribir más rápido de lo que pienso y hablar con el corazón a la mano. Y hacerte ver como te quiero, como me quiero, como nos queremos. Y compartir el tiempo y ser consciente en cada momento. Y encontraros, y conoceros y llegar a sentiros.
Nunca he perdido el sentido, lo he escondido, pero no lo he perdido. Tengo principios e intento mantenerlos. Tengo pocos, eso sí. Y algunos son muy feos, pero son míos. Será capaz el tiempo de cambiarme? me reconocerán los que ahora me ven y saben que soy yo? Os acordariais de mí si no volviese a decir nunca nada más? o tan solos sería un buen recuerdo? quizás incluso un simple recuerdo. Cuatro letras en un fondo blanco. Pero y la gente que me conoce de verdad? los que me han tocado o sentido mi aliento? De verdad piensan conmigo alguna vez al día? Hace tiempo que no me siento solo. Hace mucho tiempo que no lloro de dolor. He llorado de pena, he llorado de miedo, incluso de rabia y asco. Lloro cuando hablo con el corazón, creo que tengo un pequeño tubo que los conectan y está lleno de lágrimas.
El tiempo pasa y me jode ser consciente. Pienso demasiadas cosas y vivo muy pocas. Porque no soy capaz de coger y marchar lo más lejos? Por qué siempre me estoy repitiendo? Si te lo pidiera vendrías conmigo? si no lo hiciera, me odiarías?
me ha encantado escribir sin pensar. Quizás mejor no lo leeré nunca.

Cena a la italiana

Ayer tuve cena un poco especial en casa: gambas, diferentes tapas i ensaladas i comida típica catalana. Teníamos como invitados a una familia italiana en casa. El año pasado a mis padres, mientras iban andando por el centro de Barcelona, una familia les preguntaron por un monumento o algo así i ellos se ofrecieron para acompañarles i enseñarles otros sitios de Barcelona. Ese mismo día cenaban juntos i al día siguiente se volvieron a ver. Acabaron dándose las direcciones, teléfonos i demás. Durante este año se han llamado i enviado aguna carta. Este verano, los italianos han vuelto de nuevo a Barcelona i hace poco quedaron para ir a cenar i mis padres les invitaron a casa. Así que ayer me veía sentado junto a una pareja de unos cuarenta años, un bambino de diez i "la mamma", la madre de la mujer. Era un poco surrealista ver a mi padre chapurreando el italiano. Yo la verdad que no estuve mal con ellos, eran muy simpáticos, pero la verdad es que a las once ya estaba un poco cansado de estar por ahí, así que me marché con unos amigos. Pero cuando fui a despedirme, después de saludar a la pareja i al crío, le iba a dar dos besos a la abuela i ésta me soltó un abrazo muy largo i me dijo, con voz muy profunda, un "que tengas mucha suerte" que me dejó como nuevo. Fue un rollo un poco místico, muy parecido a los abrazos que da esa mujer que según dice reparte felicidad, una especie de santa en vida. No sé, fue muy rara la sensación, como de paz interior. Esa mujer tenía poderes, de veras.

A veces

A veces querría poder meterme dentro de una piscina de agua caliente que recubriera y me aislase del mundo. No sentir nada, sólo el rumor de mi respiración y mis latidos. Sentirme de nuevo dentro de mi. Sentirme vivo. Y ver pasar a la gente, mirándoles a los ojos y sin oír sus palabras. Leer lo que me escriben y notar lo que sienten. Y esperar. Esperar sin esperanza. Sería mi sitio, dónde podrías venir y estar conmigo. Sentir que entras en mi espacio y te hallas a gusto. Compartiendo así el agua porque el aire se nos puede hacer irrespirable.
Otros veces querría poder alzar el vuelo, huir bien lejos y notar el aire en la cara. Sentirme vivo también, pero de otro modo. Que las nubes me cubrieran y me hicieran parte de si. Agua en el aire. Y toparme con la noche mientras cruzo la luna. Bajar a la playa en un descenso suave y calmado. Reposar allí hasta que el mío cuerpo se consumiera. Y esperar. Esperar sin esperanza. Saber que podría encontrarte allá dónde estuvieses sólo con pensarlo pero que el miedo a volar demasiado alto me hiciera perder las alas al quemarse con el sol.

No se ni porque escribo todo esto, no tiene sentido pero no me sale nada más de dentro.

Cuatro ojos

Esta mañana he ido al oculista a revisarme la graduación y de paso hacerme una visita general al oftalmólogo. Hacía tres años que no iba a revisarme y evidentemente la graduación me ha variado. Ahora tengo más miopía en los dos ojos. Esto, unido al hecho de que me robaron las gafas y por tanto no tengo ningunas me obliga a hacerme unas nuevas. Mañana o lel unes iré al óptico a probarme tantas como tengan y a ver si encuentro unas que me gusten. Me parece que esta vez me decidiré por ponérmelas siempre. Hasta ahora las llevaba sólo para la televisión, en clase, en el cine... pero es que ahora ya me pasaba que sí alguien se me quedaba mirando desde el otro lado de la calle no podía llegar a saber si la conocía. A ver que tal me quedarán. Yo sé de una que se alegrará cuando lo sepa.

Vistiéndome

Hacía mucho que no recordaba el placer de charlar y reír junto al mar mientras el día se va haciendo noche. Poder besar a alguien que cada día que pasa quiero más y sentir que comparto más que tiempo y situaciones.
Ya sé que tienes un poco de envidia de tu mochila pero se tenía que estar con mil ojos, y además, ya sabes que ella no me puede hacer tan feliz como un cuento o un poema (tanto es una cosa como otra) de Mario susurrado al oído. Necesitaba tener un rato como este contigo. Gracias por hacerme olvidar toda la mierda de los últimos días.

Desnudo

Ayer me robaron la bolsa el el Parc de la Ciutadella. Me habían avisado que robaban y pequé de confiado. Volveré al parque, porque no permitiré que alguien que vive de tomar cosas de los otros me robe también el derecho a ir. Y encima a gente que si de veras tuviera pelas no estaría a las 9 de la noche echado en la hierba de un parque. Me ha dolido mucho por lo que he perdido, sobre todo por las cosas que no eran mías sinó dejadas, pero sobre todo me dolió la sensación de impotencia y de rabia cuando estaba en el parque y se iba haciendo cada vez más oscuro y no conseguía encontrar ni la bolsa ni nada que me hiciera sospechar de dónde estaba. Cuando andaba hacia la salida del parque a sabiendas de que ya lo podía dar por perdido me sentía desnudo al no notarla en la espalda. Suerte que tenía a alguien al lado para animarme un poco.
Pero bueno, ya veremos si el seguro me cubre algo y recupero ni que sea las gafas de ver. Ya he recuperado mi número de móvil con el aparato antiguo de teléfono y hemos cambiado la cerradura de la puerta porque las llaves estaban dentro también. Mañana o el otro iré a hacerme unas gafas nuevas, que me las tenía que hacer igualmente pero ahora ya a la fuerza. I por la cámara, pues nada, si a alguien le sobra una no diré que no. Ahora ya no podré colgar más fotos mías. Alguno se alegrará, seguro. Y lo peor es que en la tarjeta de la cámara había fotos de mi careto, así que algún cabrón ahora se estará riendo de mi cara de gilipollas robado.
Ale, cuidaos los bolsos cuando vayais por allá o a la playa pero no dejeis de ir. Pero es evidente que se tiene que reclamar más vigilancia sobre las cosas que verdaderamente lo requieren. He estaddo sentado muchas veces allá mismo y me ha pasado por delante el mismo coche de policía cinco veces, estoy seguro de que sólo para ver que no fumara. Y todo esto porqué tengo el cabello largo. Y no sé, a estos seguro que ya se los conocen, pues que no los dejen "trabajar" tranquilos.

Días pasando

Ya vuelvo a estar por aquí. Llegué ayer por la tarde. He pasado el fin de semana en Pals, desde el jueves hasta el domingo, de cámping con unos amigos, como cada año. Ha estado muy bien, durmiendo todo el día, en la piscina, en las butacas, en la hamaca... y saliendo por las noches. Como cada año, pequeñas tiranteces que se pueden resolver y yo cada año más decantado por la cerveza. Recuerdo hace unos años cuando acababa dándole a cualquiera licor o destilado que se me pusiera delante en aquellos inacabables botellones de los cámpings. Ahora, cuando tenemos que comprar para beber antes de salir, yo me decanto por mi cervecita, tamaño Xibeca que el cámping es el cámping, y dejo los cubatas para los otros. Y una sorpresa, las mejores pizzas que pruebo desde hace mucho, en un bar de cámping. Sí, es triste pero ha sido así. Me comí una calzonne por 5? que despertaba un muerto. Pero bien, buen balance del cámping de este año. Ya hace cinco años que los amigos de la escuela dónde hice el COU nos reunimos para pasar unos días juntos en verano. Al primero fuimos más de treinta, después de terminar la selectividad. Fue increíble, guardo unos recuerdos geniales de aquel cámping, aunque acabamos con un ataque nervioso de un colega, casi un coma etílico, todas las sillas de un chiringuito de playa para sentarnos y rebentar el grifo de un lavabo. Con los años nos hemos ido tranquilitzando y ya no tenemos tantos problemas. Este año hemos sido 13 y muchos menos días.
Al volver a Barcelona, he querido dar una sorpresa a alguien a quién tenía muchas ganas de ver y mientras esperaba que saliera del cine, me he encontrado con dos amigos. Mientras charlaba con ellos me he dado cuenta que después de estar veinte minutos esperando no estaba en el cine dónde me había dicho que estaría. Corre con la bici y mira si todavía la atrapas en el otro cine. He teniido que utilizar el móvil y perder el factor sorpresa pero la he podido ver. Paseando más tarde, me he dado cuenta que Barcelona está llenahasta arriba de guiris. Nos han parado tres veces para preguntarnos cosas y direcciones. No sé por qué se nos ve cara de barceloneses. Una vez ha sido en español, uno en inglés y otro en italiano. Me gusta esto de charlar ni que sea un instante, con gente de fuera. Quizás otro día que me paren y vaya solo me decida a llevarlos por algún sitio.
Hoy, tras pasarme toda la mañana durmiendo para no perder el horario de cámping, he ido con mis padres a ver el piso que se han comprado mis abuelos. Ya hace un tiempo que expliqué que mis abuelos se habían vendido una casa con terreno en un pueblo cerca de Sant Sadurní y querían comprar un piso para dejar así el viejo y pequeño piso de alquiler que tenían en el Raval de Barcelona. Ahora están en un piso grande y alto de un pueblo próximo a Barcelona, con terraza, ascensor y todo lo que nunca se habían imaginado tener. Es toda una alegría ver a mi abuelo de ochenta años con la ilusión en los ojos de poder pasar los años que le queden mucho mejor que antes. Si a mí me haría cierto temor un cambio así, puedo entender lo que significa para ellos. Pero le he tenido que prometer a mi abuela que de vez en cuando subiré a verlos. Intentaré cumplir.